
Por Jaime González Colville
Academia Chilena de la Historia
El lunes 11 de diciembre se cumplio un siglo y medio desde la fundación de la Provincia de Linares y de los antiguos departamentos de Loncomilla y Parral, lograda tras intensas discusiones, disensos territoriales, pugnas ideológicas y otras contingencias que hicieron difícil, casi un parto de los montes, el que se determinaran los límites de la nueva provincia y, a la vez, se estableciera el Maule sur.
Cabe precisar que la iniciativa no surgió del municipio de Linares, sino de los vecinos de Yerbas Buenas, San Javier, Linares y otras localidades que deseaban desprenderse de la Provincia de Maule, cuya capital era Cauquenes, pero a la vez por motivo alguno aceptaban quedar bajo la tutela de Talca, con quien la enemistad era sempiterna.
Linares pertenecía, desde 1826 a la Provincia de Maule, creada el 20 de agosto de 1826 por el Presidente Manuel Blanco Encalada, quien, sin mayor consulta, estableció la división del país en ocho provincias, quedando la de Maule como la número cinco y su jurisdicción se estableció desde el río Maule al sur y hasta el río Ñuble, desde la cordillera, siguiendo su curso hasta su desembocadura en el Itata y luego su confluencia en el mar. Como capital quedó la villa de Cauquenes.
Durante años, linarenses y parralinos protestaron en contra de esa medida gubernamental. Cauquenes estaba lejos del valle central, más aún en esa época de pésimos caminos.
Desde luego, las memorias de los Intendentes del Maule, con residencia en Cauquenes, son ilustrativas del progreso y avance que acaparaba esa zona en caminos, escuelas (Cauquenes tuvo Liceo en 1837) infraestructura y desarrollo, en desmedro de las villas ubicadas al oriente de su territorio, desde luego Parral, Linares, San Javier y las localidades más pequeñas como Yerbas Buenas o Loncomilla.
En ese estado de cosas, se produjo la “rebelión linarense” por convertirse en provincia. Y la batalla en el Congreso fue dura.
La primera discusión se dio en 1867 y se mantuvo en tabla o fue enviada al archivo durante seis años, sin llegar a una resolución definitiva. Sin embargo es en septiembre de 1873, cuando el diputado por Linares Josè Tocornal plantea la iniciativa de crear “el departamento de Loncomilla”, por cuanto, esos territorios, “necesitan una organización administrativa más elevada para seguir el camino del progreso, de aquí la conveniencia de erigirlos en departamento”. Se inicia así un debate más serio.
El punto más espinudo lo daban los habitantes de Yerbas Buenas, quienes, como explicó vehementemente el diputado Torcornal, “no tienen relación alguna, ni comercial, ni agrícola, ni de ninguna especie con la población de Linares, en tanto que se encuentran íntimamente relacionados bajo cada uno de estos puntos de vista en la aldea de San Javier de Loncomilla”.
Llegaron cartas firmadas por diversos vecinos desde Yerbas Buenas (suscritas por Justo García, J. Manuel Ferrada, Josè Luis Cerda, Pedro Josè Salinas entre otros) que respaldaban la creación de la provincia y, en el caso del Departamento de Loncomilla, ser parte de él y solicitan a la representación parlamentaria “sostenga con energía nuestros intereses”.
Los linarenses, por su parte, miraban con preocupación esta súbita rebelión de Yerbas Buenas, San Javier e incluso Villa Alegre (“un villorrio de cuatrocientos a quinientos habitantes”, como se dijo despectivamente). El diputado por Linares Manuel Antonio Hurtado expresó que, en virtud de lo cual, crear el departamento de Loncomilla, “no sólo es la ruina del pueblo de Linares sino que lo es de todo el departamento; y bien se puede hacer, pero Linares será un mendigo más que el Gobierno tendrá a sus puertas todos los años”
Al discutirse los límites, el diputado Josè Manuel Encina, precisó que el nuevo departamento no podía quedar entre los ríos Maule y Putagan.
De esta forma, hubo un intenso intercambio de opiniones que duró al menos dos meses. Paulatinamente, se fue delineando la idea de establecer una provincia de Linares, toda vez que el departamento de Loncomilla, seguiría bajo la tutela de Cauquenes, hecho que fue advertido por los defensores de esta iniciativa.
Entonces, el diputado Enrique Tocornal, dio una mirada de mayor amplitud al problema y planteó que, tal vez, la gestión administrativa más acertada era dividir la provincia de Maule (que como se ha dicho venía de 1826) y establecer una nueva jurisdicción, tal vez, como Provincia de Linares.
El diputado por Chillán Joaquín Blest Gana hizo memoria de esta pugna secular entre Cauquenes y Linares. Calificó al proyecto de dividir la provincia de Maule como “muy desgraciado”, por cuanto en no menos de seis oportunidades se intentó algo parecido, en diversas instancias y sin ningún resultado, dado el poder de los habitantes cauqueninos, logrado a través de muchos años de acumular fuerza política y económica. Reconoció, con elocuentes juicios, que “aquella localidad (Linares) tiene el pleno derecho para pedir que se le acuerde la posición que le corresponde por su riqueza, por el número de sus habitantes y porque tiene vida propia, requisitos que reúnen muy pocas localidades”.
Recogemos una intervención muy acertada del entonces diputado por Putaendo (lo fue antes por Curicó) Domingo Santa María, más tarde Presidente de Chile. Expresó que él era partidario de las divisiones territoriales “porque ellas contribuyen a hacer prosperar la marcha progresiva de las localidades y porque mientras más neutralizada está en los departamentos la acción de las autoridades es tanto más eficaz; pero la prudencia – concluyó – nos aconseja también no hacer divisiones de una manera inconsulta, y de tal modo que vayamos a herir los mismos intereses que queremos servir”.
Más adelante, el señor Santa María reafirmó su clara opinión, al expresar que era necesario que “la provincia del Maule se divida en dos”.
Tras innumerables petitorios y sugerencias de los linarenses, hacendados, párrocos, profesores o simples vecinos, en definitivita el 11 de diciembre de 1873 se promulgó la ley, firmada por el Presidente Federico Errázuriz y el Ministro Eulogio Altamirano, que dividía en dos a la provincia del Maule y establecía la provincia de Linares, integrada por los Departamentos de Loncomilla y Parral, la cual tendría por capital Linares con un Intendente y Loncomilla y Parral estarían al mando de un Gobernador.
Baile y festejos en Villa Alegre, en las casas de Chocoa, aún en pie, donde se dieron cita el 15 de febrero de 1874 las autoridades y vecinos connotados de Linares para celebrar el notable acontecimiento. Era la misma casona donde el General Manuel Bulnes instaló en 1851 su Cuartel General para enfrentar la batalla de Loncomilla.
Varias obras, de notable trascendencia, se inscriben en el acontecer de la provincia de Linares:
1) Se realizan intensas gestiones para lograr la construcción del puente sobre el río Maule, el cual se inaugura el 25 octubre de 1890, por el Presidente Balmaceda, quien ese día pasa por la estación de San Javier. Este viaducto, muy esperado por todo el país, permitió conectar a Chile, hasta ese instante dividido por este cauce. Hoy ese puente es Monumento Histórico Nacional y se encuentra semi destruido.
2) El Presidente Balmaceda dispone la construcción de Escuelas Modelo (a semejanza de las existentes en Alemania y cuya sugerencia la trajo el linarense Valentín Letelier, quien estudió el sistema educacional de ese país) en Curicó, Talca, San Javier y Parral concluidas en 1890. Sin embargo hasta la fecha sólo permanecen la de Curicó (restaurada y declarada Monumento Histórico Nacional) y la de San Javier. De ese año, además, es la cárcel pública de San Javier ubicada a una cuadra al norte de la Plaza de Armas.
Todas estas obras, como se indica, fueron inauguradas por Balmaceda a su paso por las estaciones de las ciudades en referencia, el 25 de octubre de 1890. Se inaugura también la Intendencia de Linares, incendiada en 1990 y restaurada sin perder su estructura.
3) La provincia adquiere preeminencia cultural en la primera mitad del siglo XX, toda vez que se estimula la creación artística: un joven poeta de San Javier, Jerónimo Lagos Lisboa participa activamente en los Juegos Florales de Santiago de 1914, donde gana una desconocida poeta bajo el seudónimo de Gabriela Mistral con los Sonetos de la Muerte y cinco años más tarde, en octubre de 1919, Lagos Lisboa impulsa los Juegos Florales del Maule, en los que un adolescente de quince años, de nombre Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, nacido en Parral, logra el tercer lugar e inicia su vida literaria que lo llevaría a obtener el Premio Nobel de Literatura.
El 22 de diciembre de 1874 se funda el Liceo de Hombres de Linares, que el próximo año cumplirá 150 años de existencia y en cuya historia quien suscribe está trabajando. En marzo de 1919 se funda el Liceo de Parral y en abril de 1946 el de San Javier, todos ellos marcarán decisivamente la vida cultural de sus respectivas localidades, especialmente el de Linares.
Fecha importante, pero hoy olvidada por nuestras autoridades, pese a nuestras cartas y conversaciones destacando el aniversario.
Cicerón escribió: No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños.
4) Se realizan intensas gestiones para lograr la construcción del puente sobre el río Maule, el cual se inaugura el 25 octubre de 1890, por el Presidente Balmaceda, quien ese día pasa por la estación de San Javier. Este viaducto, muy esperado por todo el país, permitió conectar a Chile, hasta ese instante dividido por este cauce. Hoy ese puente es Monumento Histórico Nacional y se encuentra semi destruido.
5) El Presidente Balmaceda dispone la construcción de Escuelas Modelo (a semejanza de las existentes en Alemania y cuya sugerencia la trajo el linarense Valentín Letelier, quien estudió el sistema educacional de ese país) en Curicó, Talca, San Javier y Parral concluidas en 1890. Sin embargo hasta la fecha sólo permanecen la de Curicó (restaurada y declarada Monumento Histórico Nacional) y la de San Javier. De ese año, además, es la cárcel pública de San Javier ubicada a una cuadra al norte de la Plaza de Armas.






Todas estas obras, como se indica, fueron inauguradas por Balmaceda a su paso por las estaciones de las ciudades en referencia, el 25 de octubre de 1890. Se inaugura también la Intendencia de Linares, incendiada en 1990 y restaurada sin perder su estructura.
6) La provincia adquiere preeminencia cultural en la primera mitad del siglo XX, toda vez que se estimula la creación artística: un joven poeta de San Javier, Jerónimo Lagos Lisboa participa activamente en los Juegos Florales de
Santiago de 1914, donde gana una desconocida poeta bajo el seudónimo de Gabriela Mistral con los Sonetos de la Muerte y cinco años más tarde, en octubre de 1919, Lagos Lisboa impulsa los Juegos Florales del Maule, en los que un adolescente de quince años, de nombre Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, nacido en Parral, logra el tercer lugar e inicia su vida literaria que lo llevaría a obtener el Premio Nobel de Literatura.
El 22 de diciembre de 1874 se funda el Liceo de Hombres de Linares, que el próximo año cumplirá 150 años de existencia y en cuya historia quien suscribe está trabajando. En marzo de 1919 se funda el Liceo de Parral y en abril de 1946 el de San Javier, todos ellos marcarán decisivamente la vida cultural de sus respectivas localidades, especialmente el de Linares.
Fecha importante, pero hoy olvidada por nuestras autoridades, pese a nuestras cartas y conversaciones destacando el aniversario.
Cicerón escribió: No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños.