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Dirección del Trabajo publica estudio sobre efectos de la cuota de género de la Reforma Laboral en directivas sindicales


 

·      Investigación
“¿Las mujeres al poder?” revela un moderado avance en la integración femenina
en los directorios de sindicatos desde que empezó a aplicarse la Ley N°20.940,
que introdujo un sistema de cuotas para estimular ese fenómeno.

·      Asimismo, el
estudio advierte la persistencia de una brecha en contra de las mujeres, pues
actualmente en Chile el 65,1% de los cargos en organizaciones sindicales es
ocupado por hombres.

 

Un moderado aumento de la
participación femenina en las dirigencias 
sindicales durante la última década constató un estudio de la Dirección
del Trabajo (DT) divulgado este jueves en la sede nacional de la Central Unitaria
de Trabajadores y Trabajadoras (CUT).

 

La presentación de la
investigación fue encabezada por el director de la DT, Pablo Zenteno Muñoz, y
contó con una nutrida presencia de mujeres sindicalistas y otros actores del
mundo del trabajo.

 

El incremento de la
participación femenina comenzó a verificarse ya a partir del año 2012 y se
consolidó luego de la puesta en marcha de la Ley N°20.940, de Reforma Laboral,
cuya aplicación comenzó en 2017.

 

En el período analizado la
proporción de participación de mujeres en los directorios de los sindicatos
subió desde el 23,6% (7.293 cargos de dirigentas) hasta el 34,9% (11.569 cargos
de dirigentas) actual.

 

Sin embargo, la investigación
de Carolina Díaz y Paulina von Geldern advierte la perduración todavía de una
brecha de género significativa, puesto que hasta diciembre de 2022 el 65,1% de
los cargos es ejercido por hombres.

 

Durante la presentación del
estudio, la subsecretaria de la Mujer y la Equidad de Género, Luz Vidal, señaló
que “estas instancias nos permiten ver de dónde venimos, quiénes somos y
analizar nuestra realidad para lograr cambios sociales en una sociedad más
empoderada”.

 

A la vez, el subsecretario
del Trabajo, Giorgio Boccardo, reconoció la labor del Departamento de Estudios
de la DT “por retomar estos estudios laborales de vanguardia y la labor de las
investigadoras por su aporte a este estudio. Estas reformas, como las 40
horas,  no solamente van a permitir una
reducción de jornada sino la posibilidad de redistribuir los tiempos de cuidado
a partir de políticas de corresponsabilidad”.

 

En tanto, el presidente de la
Central Unitaria de Trabajadores, David Acuña, junto con destacar la
importancia de la paridad de género en la CUT, reafirmó que “en este mundo tan
masculinizado y tan machista como el mundo sindical, son nuestras compañeras
una parte fundamental en esta lucha.”

 

Evaluación del estudio

 

Para el director del Trabajo,
Pablo Zenteno Muñoz, “el estudio sobre las dirigentas sindicales que hoy
ponemos a disposición del país revela tendencias positivas y auspiciosas y
otras que no lo son tanto, y que plantean un desafío a quienes podemos influir
en reducir las brechas de género en el ámbito laboral, ya que en la actualidad
el que casi dos de cada tres cargos directivos en las organizaciones sindicales
sea ocupado por hombres expresa la persistencia de una desigualdad de género en
el acceso a los niveles de mayor influencia en los sindicatos que atenta
directamente contra la adecuada atención y solución de los problemas
específicos que aquejan a las mujeres trabajadoras”.

 

Contexto en que surgió la
Ley N°20.940

 

Uno de los objetivos de la
Reforma Laboral, ley publicada en 2016 y cuyas disposiciones sobre paridad de
género entraron en vigencia en 2017,  fue
garantizar y elevar la tasa de participación femenina en las directivas
sindicales. Y en los casos que no fuera posible, al menos en las comisiones
negociadoras. Para ello estableció un sistema de cuotas que deben cumplir los
sindicatos, de acuerdo a características establecidas en el cuerpo legal, el
que también margina de las exigencias a ciertos tipos de organizaciones.

 

Las nuevas disposiciones
entraron en vigor en un contexto de mayor participación laboral femenina y de
una consiguiente mayor tasa de sindicalización, al punto de que en 2017, antes
de que se notase efecto alguno de la Reforma Laboral, por primera vez el
porcentaje de sindicalización femenino (16,5%) superaba al masculino (16,1%),
tendencia que se mantiene hasta hoy.

 

Nivel de cumplimiento
general

 

En cuanto a los efectos
concretos de la Reforma Laboral, el estudio de la DT constató que, del total de
sindicatos existentes en el país, el 53% sí debía cumplir con las cuotas de
género. Al cabo del tiempo transcurrido, el 82,6% efectivamente  cumplen hoy con la exigencia. Si bien se trata
de una tasa alta, las investigadoras sostienen que no es óptima porque, entre
otras variables que moderan una evaluación totalmente positiva, ya en 2016, sin
exigencia legal alguna, el 76,9% de los sindicatos contaba con dirigentes. 

 

 

Tipos de cargos ocupados
por mujeres

 

También introduce un matiz en
un balance totalmente positivo el tipo de cargos ocupados por las dirigentas.
Actualmente, el 31,1% es presidenta; el 38,2%, secretaria; el 35,5%, tesorera y
el 36,1% directora. Para las investigadoras, “no es trivial la constatación de
que la posición con una menor participación relativa de mujeres sea, precisamente,
la de mayor visibilidad y responsabilidad asociadas”, añadiendo que los roles
más ocupados por mujeres “se distinguen por estar vinculados a una connotación
de apoyo y subordinación, en la medida que son puestos de baja y media
jerarquía”.

 

Tipos de sindicatos

 

La menor proporción
dirigencial de mujeres la encontramos en los sindicatos de establecimiento
(33,9%) y de empresa e interempresa, ambos con el 32,5%, los cuales en conjunto
representan la mayor cantidad de organizaciones sindicales de bases en el país.

 

En tanto la proporción dirigencial
femenina es mayor en los sindicatos de trabajadores eventuales o transitorios y
de independientes.  En el primero de
ellos, es del 45,4% y en el segundo, del 40,1%.

 

 

Cumplimiento regional

 

A nivel regional, también
aparecen estadísticas alentadoras pero que deben ser matizadas.

 

Por ejemplo, el total
nacional de cumplimiento llega en la actualidad al 82,6%, con seis regiones
superando el 85%. Encabeza Arica y Parinacota (93,5%), seguida por Valparaíso
(88,9%), Los Ríos (88,8%), Bío-Bío (88,5%) , 
Coquimbo (88,4%) y Magallanes (86,3%) Las tres regiones con menores
tasas son O’Higgins (72,3%), Antofagasta (77,5%) y Atacama (78,1%).  

 

En este segmento, las
investigadoras atribuyen las distintas tasas a “barreras especialmente
difíciles de superar, considerando las particularidades productivas de esas
zonas”.

 

 

 

Cumplimiento por rama
económica

 

Bajo este criterio, la tasa
nacional de sindicatos cumplidores de la ley llega al 82,6%.

 

Dos ramas económicas superan
el 90% de cumplimiento. Son Actividades de atención de la salud humana y de
asistencia social (95,9%) y Enseñanza (91,8%).

 

Les siguen Otras actividades
de servicios (88,8%), Comercio al por mayor y al por menor, reparación de
vehículos automotores y motocicletas (88,6%), Actividades de alojamiento y de
servicio de comidas (86,2%) y Actividades de servicios administrativos y de
apoyo (81,5%).

 

Bajo el 70% de cumplimiento
figuran la Industria manufacturera (69%) y Transporte y almacenamiento (62,5%).

 

Acá las investigadores
sostienen que “solo en sectores típicamente feminizados y con una participación
de mujeres relevante en las bases sindicales (salud y enseñanza) ellas han
conseguido acceder masivamente a los directorios”.

 

Conclusiones

 

Al hacer un balance de su
estudio, las investigadoras verifican que “el incremento de la afiliación
sindical de las mujeres no se ha traducido en una participación proporcional en
espacios de liderazgo y que el acceso paritario a posiciones de poder en las
organizaciones de trabajadores y trabajadoras constituye un desafío que
requiere de mecanismos adicionales para ser promovido e impulsado”.

 

Añaden que “el progreso
conseguido hasta ahora ha sido más discreto de lo que pudo haberse esperado
tras la introducción de estrategias de acción positiva como las cuotas y los
programas de formación sindical con enfoque de género”.

 

Por ello concluyen que “la
tendencia que se advertía antes de la entrada en vigencia de la Ley N° 20.940
era hacia una paulatina mayor presencia de mujeres en la dirigencia y no es
posible afirmar que el mecanismo de cuotas acelerara de manera relevante y
homogénea esa trayectoria. Los avances han tendido a concentrarse en
determinados territorios, sectores de actividad económica y tipos de
organización, dejando con rezago a otros”.

 

Propuestas

 

Para afianzar más
decididamente la dirigencia sindical femenina, las investigadoras proponen,
entre otros:

 

        
Cambios
legales que vuelvan más restrictiva la posibilidad de eximir de la incorporación
de mujeres en sus directorios a los sindicatos con afiliación femenina.

        
Impulsar
el cumplimiento de la ley sobre cuotas en sindicatos de empresas pertenecientes
a ramas de actividad económica tradicionalmente masculinizadas.

        
 Focalizar las medidas de promoción y
fortalecimiento de liderazgos femeninos en aquellas organizaciones sindicales
con mujeres en las bases y que carecen de representación en las directivas.

        
Enfatizar
en la formación sindical la conciencia sobre el rol de las y los dirigentes
como potenciales agentes de cambio para impulsar la igualdad de género.

        
Generar
instancias de diálogo en las organizaciones sindicales que sensibilicen a sus
miembros acerca de la relevancia de desfeminizar los cuidados y el trabajo
doméstico para eliminar barreras que limitan la disposición de las mujeres a
participar activamente de las actividades sindicales y asumir posiciones de
liderazgo sindical.

 

 

 

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