- Esfuerzo, frustración y coraje, es la definición que caracteriza la vida de este joven maulino
«Si pude dar ese paso más, fue porque me esforcé mucho…» señala
SU HISTORIA
Nacido en Talca y con tan solo 17 años, Erick Sebastián Henríquez Labra, está forjando a pulso su carrera como futbolista profesional. Recientemente fue entrevistado en el Programa Vox Populi de Radio Innovadora de Linares, antes de viajar a Europa
SUS INICIOS El joven deportista señalo que «Mi papá siempre ha sido futbolero de toda la vida, entonces yo apenas pude caminar, ya estaba con un balón en los pies. Desde siempre viene el amor por la pelota.
Empecé primero jugando en “Pedregal, Maitencillo, Yerbas Buenas” a la edad más o menos de 8 u 7 años ya entrenaba con niños más grandes y desde pequeño todos me decían que tenía habilidad, pero yo chuteaba no más, yo disfrutaba. Estaba todo el tiempo con el balón, iba a todas partes con él…
Después de eso, como a los 10 años yo decidí empezar a ponerme más serio, a entrenar en “Buenos Aires de Parral” que está en Tercera División, ahí fui seleccionado regional, fui pasando por la selección de Parral y después me llamaron de la Abate Molina que es de Villa Alegre y luego terminé en Linares en donde salí Campeón Regional y también fui al nacional que se hizo en Concepción.
Posteriormente, me fui a Colo Colo, a los 13 años hubo una pre-selección en Colbún en la cual vinieron hartos captadores y yo quería ir, pero no pude. Un primo, quedó preseleccionado, Javier Soto, y él no tenía con quien ir, yo lo acompañé y como me gustaba tanto el fútbol eché mis chuteadores por si podía probarme y de los 150 jugadores, quedamos pre-seleccionados 4 y de ellos, yo fui el único que quedó.
Más tarde, me gané el ingreso a la “Casa Alba”, en donde están todos los cadetes, ellos viven ahí, pero yo no me quise ir porque siempre fui muy apegado a mis papás hasta el día de hoy, ellos son todo pa mi, siempre me gustaría estar más cerca de ellos. Iba dos días y los extrañaba mucho. Me decían que aguantara, pero me vine…
Ahí volví y le conté a mi profesor de Educación Física, Carlos Parada de la “Escuela Las Camelias” y él me dijo que podía hacer una prueba para “Curicó Unido”. Fui el último día y mostré todo lo que tenía y me dijeron que llevara mis papeles. Creo que fue Dios. Dios por algo hace las cosas. Todo tiene su tiempo su espacio, entonces yo creo que cuando Dios tiene que darle, uno no sabe ni como fue… comenta emocionado.
Ese internado era muy deficiente y nació de mí decidir irme. Me vine triste, decepcionado. Ya no quería nada con el fútbol; y justo el profesor Dasiel Alegría quien me había entrenado en Buenos Aires de Parral me dijo que podía conseguirme una prueba en Huachipato o Ñublense.
Yo escogí Ñublense, fui a la prueba y a los dos días me pidieron los papeles, me inscribieron, estuve dos semanas y empezó la pandemia. Un año sin entrenar. El segundo año ya entrenaba con este mismo profesor de manera personal, hasta que nos llamaron. Llegué allá y un profesor de la sub21 me ve, y con 15 años me dijo, te quiero entrenando en la sub 21 mañana.
Estuve dos años con Ñublense hasta que llegó esta oportunidad única. Me voy en préstamo por un año, al equipo AROSA SC de Santiago Compostela. “Yo amo este deporte como a nada en este mundo. Primero, el fútbol, segundo el fútbol y tercero el fútbol. Da pena dejar a la familia, pero esto es mi futuro. Es distinto que la vez anterior porque ya lo viví y no van a haber más oportunidades. Este es el momento”.
¿Cómo compatibilizas tu amor por el fútbol con las clases, como te va en el colegio?
En el colegio jamás dejé el estudio de lado salí de cuarto medio con un promedio 6,8, siempre fue el fútbol y los estudios, yo no dejaba de estudiar, porque el fútbol es mucha suerte, a veces es pasajero
¿Quiénes te apoyan en este camino?
Mis papás que no me han dejado de lado en ningún momento, amigos y principalmente toda mi familia, siempre hemos sido muy unidos y eso me ha ayudado bastante.