Actualidad

El trasfondo del asesinato del cabo Eugenio Nain en La Araucanía

 fuente: ex-ante.cl

Tras 23 años del primer atentado que inauguró la actual ola de violencia en La Araucanía, durante los cuales se han realizado más de mil atentados, como asesinatos, incendios y quema de maquinaria, el homicidio del cabo segundo Nain pone sobre la mesa una vez más las fallas estructurales del combate a los grupos violentistas en la zona.

Asesinato de Nain: El cabo Eugenio Nain Caniumil (24), nacido en Temuco y padre de dos hijos, fue asesinado el viernes en una emboscada en la ruta 5 Sur, en Metrenco, sector de Padre las Casas.

  • Nain formaba parte de un operativo para hacer efectivo el desalojo del predio Quinta Ritz, ordenado por la Justicia.
  • Nain Caniumil recibió impactos de balas mientras se encontraba en el vehículo policial RP-2695, que él conducía. La diligencia estaba a cargo del coronel Cristián Férnandez Opazo, el mismo funcionario que estuvo a cargo del operativo que vino después del asesinato de Camilo Catrillanca en manos de Carabineros.
  • En el sector de Padre las Casas opera el grupo Weichan Auka Mapu, partidarios de la vía armada para lograr un territorio mapuche totalmente autónomo del territorio: sin Estado ni religiones ajenas (cristianismo y sus derivados). Se ha adjudicado la quema de iglesias y es un grupo descolgado de la CAM.
  • Sus actos los llaman sabotajes y se identifican con un kultrün cruzado por una escopeta y una lanza.

El inicio de los atentados: El primer atentado que inauguró la violencia en La Araucanía ocurrió en Lumaco, provincia de Malleco, en diciembre de 1997, cuando integrantes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) quemaron tres camiones forestales. La CAM es liderada por Hector Llaitul, ex integrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

  • Ahora, 23 años después, integrantes de la policía admiten a Ex-Ante una deficiencia estructural en el combate a los grupos violentistas: se actúa con tácticas urbanas para enfrentar realidades rurales. No hay efectivos que sepan moverse dentro de los campos.
  • En la Macrozona Sur se han registrado 751 eventos violentos entre el 1 de mayo y el 30 de octubre de este año. Entre los días más conflictivos se encuentran el del traslado al hospital de Celestino Córdova mientras mantenía la huelga de hambre a mediados de julio y las tomas de municipalidades durante los primeros días de agosto.

Deficiencia policial: Hay al menos 5 grupos violentistas identificados en la zona: Coordinadora Arauco Malleco (CAM),  Weichan Auka Mapu (Wam), Resistencia Mapuche Malleco (RMM), Resistencia Mapuche Lafkenche (RML) y Resistencia Territorial Mapuche Lofche Malleco Puern Nahuelbuta. Todos son expertos en moverse en el terreno rural.

  • El mayor problema, siempre según policías veteranos en esa región, es que el Estado ha ido abandonando la zona. Lo comparan con lo que ocurre en los barrios más vulnerables de Santiago, donde es muy difícil imponer la ley y los servicios básicos o privados ya no llegan.
  • El fenómeno es comparado con la realidad de las favelas en Brasil. Llega a un punto, como pasa hoy en Temucuicui, donde las extensas praderas llenas de árboles nativos y caminos de arcilla, se transforma en una zona donde ya no existe el control del Estado.

Los ORT: Los Órganos de Resistencia Territorial (ORT), organizados por el líder de la CAM, Héctor Llaitul, son la manera que esos grupos crearon para ocupar territorios.

  • Nunca están compuestas por más de 10 personas. Llegan de sorpresa a un territorio y se instalan con el objetivo de obligar al Estado o a los propietarios privados a negociar.
  • En el 2019, las policías que han investigado la zona, llegaron a identificar 1.800 objetivos posibles. Los grupos tienen distintas formas de operar y pese a que se han identificado a algunos con armamento de guerra, los principales ataques siempre son incendios.
  • “Entre 4 o 5 personas, pueden quemar maquinarias cuyo avalúo llega a los mil millones de pesos. Las faenas son tan extensas que es imposible protegerlas. Si las máquinas están en una faena de 50 hectáreas, uno o dos guardias o incluso carabineros armados, no son suficientes. Es prácticamente imposible”, dice un policía de la zona.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba