02/Diciembre/2024
- España hace balance de la temporada apícola 2024. Los apicultores dejan atrás las malas cifras de cosechas pasadas, pero siguen denunciando la competencia de las mieles de mala calidad y afrontan nuevos peligros, como el avispón oriental.
Tras las malas cosechas de 2022 y 2023, la temporada apícola 2024 ha traído mejores noticias para la mayoría de los apicultores españoles. En general, la cosecha es mucho mejor y las principales zonas apícolas han recogido miel como en una temporada normal. Solo el norte ha “pinchado” por culpa del mal tiempo.
Sin embargo, los apicultores también tienen motivos para el descontento. Por un lado, lamentan el daño que sigue causando la entrada en España de mieles de baja calidad procedentes de países ajenos a la Unión Europea. Por otro, la amenaza del avispón oriental se ha consolidad en el sur de España, uniéndose a la avispa asiática, que lleva ya una década golpeando a las colmenas del norte. Las especies invasoras suponen ya uno de los principales riesgos a los que debe hacer frente el sector.
Sigue leyendo para saber cómo ha sido la temporada apícola 2024 en España y para conocer mejor las características de este sector, clave para el sostenimiento de los ecosistemas y de los cultivos.
Con la llegada del otoño, las colmenas han pasado a su etapa de descanso en la mayor parte de España. Tiempo para que los apicultores hagan balance de una temporada marcada por un cambio importante en la climatología. Tras dos años de sequía y olas de calor, 2024 ha traído más lluvias y menos días de temperaturas extremas. Las abejas lo han agradecido con mejores cosechas en la mayor parte del país, mejorando las previsiones de principios de verano.
1 – La temporada apícola 2024, en cifras y regiones
Hace unos días, el presidente de la Asociación Profesional de Apicultores Extremeños (APAEX), Ventura Gil, anunciaba que la temporada ha sido muy buena en Extremadura en cuanto a la producción: se rondarán las 4000 toneladas en una comunidad que cuenta con el mayor número de colmenas del país: 628462, un 22 por ciento del total nacional, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Esta cantidad de miel está muy por encima de las registradas en la campaña anterior, cuando se obtuvieron 3558 toneladas. Hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría de las colmenas extremeñas son trashumantes, con lo que una gran parte de su cosecha se produce fuera de la región.
Pese a esta mejoría, este dirigente apícola no echaba las campanas al vuelo. Para Ventura Gil, los apicultores extremeños están “trabajando a pérdidas”, puesto que no pueden competir con los precios de la miel que llega de otros mercados extracomunitarios. Según explica, al apicultor local le cuesta unos cuatro euros producir cada kilo de miel y se le está comprando el producto a granel a unos tres euros. Además, no pueden competir con mieles que llegan de China a un precio medio de 1,13 euros por kilo, o de Ucrania, que la vende a 1,86 euros por kilo.
Andalucía: buena cosecha de miel
La segunda comunidad autónoma con más colmenas es Andalucía, que registraba casi medio millón en marzo de 2023. Para los apicultores andaluces, la temporada ha sido también mejor que las pasadas, especialmente para la producción de miel.
En concreto, durante el primer semestre del año, que es cuando se concentra la mayor parte de la cosecha andaluza, los apicultores de esta comunidad han obtenido aproximadamente el 90 por ciento de lo que cosechan en un año normal. Esto mejora notablemente los datos de 2023, cuando Andalucía recogió casi 4000 toneladas de miel, según el Ministerio de Agricultura. El polen, por su parte, ha respondido mejor que otros años: se calcula un aumento del 20 por ciento en la recolección.
Sin embargo, los buenos datos no son homogéneos en toda la región. Almería, Granada y Málaga han seguido sufriendo con el exceso de calor y la sequía, lo que ha lastrado sus resultados.
Castilla y León: vuelven los buenos datos
Con algo más de 425000 colmenas, Castilla y León es la tercera comunidad en cantidad de abejas. Sin embargo, en 2023 fue la segunda en producción, con 4397 toneladas, superada por poco por la Comunidad Valenciana.
En este 2024, los apicultores castellanoleoneses han logrado mejorar sus cosechas de los años anteriores. La mejoría resulta especialmente buena en Salamanca, uno de los grandes bastiones apícolas de España, y la zona sur de la comunidad, donde se considera un año normal, con la cosecha de miel lograda en su totalidad.
En las provincias del norte de la región, tras una primavera de incertidumbre, el verano y el otoño han resultado muy favorables. Se nota en comarcas apícolas como El Bierzo, donde se calculan unas 231 toneladas, el 35 por ciento de lo recogido en toda la provincia, que se acerca a las 666 toneladas. Con todo, los apicultores bercianos creen que todavía están a unos kilos por colmena del punto óptimo de la apicultura de la zona.
Otras zonas que han dado buenos rendimientos han sido el norte de Palencia y el norte de Burgos, donde las mieles de bosque y brezo han respondido muy bien esta temporada apícola 2024.
Comunidad Valenciana: entre la sequía y la dana
La Comunidad Valenciana tenía en marzo de este año un total de 281740 colmenas y, según los datos del Ministerio de Agricultura, fue la comunidad que más miel produjo en 2023, con casi 4400 toneladas.
En 2024, la región valenciana no se ha beneficiado tanto de la mejoría meteorológica. Por un lado, ha sufrido todavía los efectos de la fuerte sequía de 2023, que ha hecho que se reduzca especialmente la cosecha de miel de azahar, que se recoge en invierno y primavera. Algunas fuentes evalúan en un 40 por ciento el descenso de esta cosecha, algo que también se ha dejado notar en Murcia, otra comunidad donde la miel de los cítricos es importante.
Por otro lado, la región valenciana, y especialmente la provincia de Valencia, ha sufrido los efectos terribles de una dana que ha dejado más de 215 personas muertas y a muchos miles sin hogar. La destrucción de esta gota fría ha sido extrema y sus efectos sobre la apicultura todavía no se aprecian con claridad. Es muy probable que haya muchas explotaciones apícolas afectadas y también se han perdido muchos cultivos necesarios para que las colmenas afronten el invierno que empieza en unas semanas.
Castilla-La Mancha: año de recuperación
La cuarta gran fortaleza apícola de España es Castilla-La Mancha, un territorio que acoge más de 205000 colmenas y que en 2023 cosechó poco más de 3000 toneladas, de acuerdo con los datos del Ministerio.
La temporada apícola 2024 en Castilla-La Mancha se ha caracterizado también por una mejora en las condiciones climatológicas. Más lluvias han permitido mejores cosechas de miel, con una media de producción por colmena que se cifra en torno a 20 kilos.
En concreto, en las comarcas apícolas castellanomanchegas han respondido bien las floraciones de primavera. Después, el verano ha sido muy seco, pero las lluvias de otoño permiten ser optimistas ante la cosecha final.
Norte de España: campaña muy desigual
Por su parte, las comunidades del norte presentan un balance desigual y, en general, malo. Destaca Galicia, donde el mal tiempo de la primavera y el verano ha hecho que la cosecha se vea muy menguada, especialmente en las comarcas costeras. En las de interior, la temporada ha sido algo mejor, sobre todo para las mieles de castaño.
Al mal tiempo primaveral, se sumó una gran enjambrazón en verano, lo que todavía ha mermado más las posibilidades de recoger una gran cantidad de miel. A cambio, y frente a lo que sucedía otros años, se han reducido mucho los ataques de avispa asiática.
Esta tónica se repite en las comunidades cantábricas: Asturias, Cantabria y el País Vasco también han tenido primaveras muy lluviosas y arranques de verano fríos y con lluvias, especialmente en las zonas de costa. Así, las comarcas más norteñas han registrado cosechas bastante malas, tal y como se constataba en la reciente Feria Apícola de Torrelavega. A cambio, las zonas de interior y situadas al sur de la Cordillera, como Liébana o Campoo en Cantabria, han tenido resultados algo mejores, aunque lejos de su verdadero potencial.
Por su parte, en Aragón, la zona sur, con parte de la provincia de Zaragoza y todo Teruel, ha sufrido bastante la sequía. A cambio, la mitad norte de Zaragoza y Huesca han tenido mejor clima, lo que ha permitido aumentar una cosecha que, finalmente, se espera que sea un 75 por ciento de lo que suele ser habitual en la comunidad aragonesa.
Por último, en Cataluña también se ha dejado notar la climatología complicada. Por un lado, la sequía en primavera ha retrasado algunas floraciones, como la de tomillo, que no ha producido como acostumbra.
2 – El avispón oriental se expande por el sur de España
Aunque, en general, la temporada no ha sido tan mala como las anteriores, los apicultores siguen lidiando con problemas importantes en sus colmenas, como la varroa, que sigue siendo un patógeno prevalente en las colonias de abejas españolas y sigue causando notables daños cada temporada.
Este año, además, la preocupación tiene otro nombre: avispón oriental, o Vespa orientalis, otra avispa invasora que ha venido a sumarse a la avispa asiática o Vespa velutina. En este caso, a diferencia de la velutina que afecta sobre todo al norte del país, el avispón oriental se ha instalado en el sur.
En los últimos meses, la presencia de esta especie invasora se ha disparado por toda Andalucía y se han producido avistamientos en provincias tan distantes entre sí como Huelva y Jaén, con otras zonas, como Málaga y Cádiz, seriamente afectadas.
La expansión de este avispón preocupa enormemente a los apicultores andaluces, pues se alimenta de abejas y es extremadamente voraz y peligroso. En este sentido, se comporta como la velutina, habitual del norte desde hace una década.
Como se ha indicado anteriormente, este año se aprecian muchas menos avispas asiáticas en la franja norte del país. Sin embargo, se reportan más avistamientos que otros años en Cataluña y avanza decididamente al sur de la Cordillera Cantábrica, ocupando ya territorios tan al sur como Zamora.
3 – La apicultura española: datos oficiales
Pese a estos problemas, la apicultura española muestra una musculatura importante. Al menos, en tamaño del sector y capacidad productiva. Así lo atestiguan los últimos datos que ha hecho públicos el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Según el informe que ofrece este departamento del Gobierno de España, nuestro país contaba en febrero de 2024 con un total de 36893 explotaciones apícolas, de las que un 17 por ciento está en manos de apicultores profesionales (con más de 150 colonias). Estas explotaciones registradas son un 55 por ciento más de las que había en 2010, lo que indica la fuerte incorporación de apicultores que ha vivido el sector en los últimos 15 años.
En total, estos apicultores manejan 2803668 colmenas, según los datos de marzo de este año. El número, siendo importante, es casi un 10 por ciento menor del registrado en 2022, lo que da prueba del daño que las sequías pasadas han causado a la cabaña apícola española.
De esta cantidad de colonias, un 80 por ciento son trashumantes, un dato que caracteriza claramente a la apicultura del país: trashuma la gran mayoría de los apicultores y prácticamente solo son estantes los del norte y las islas.
En 2023, el sector produjo un total de 27422 tonelada de miel y 1559 toneladas de cera. El dato también acusaba la mala campaña del año pasado, porque en 2021, por ejemplo, se cosecharon 35065 toneladas de miel y 1854 toneladas de cera. Es decir: las campañas 2022 y 2023 han producido una importante caída en estos totales que habrá que ver si finalmente se recuperan con la presente temporada apícola 2024.
Fuerte aumento de la importación de mieles
Así las cosas, España ha seguido importando mieles. En total, en 2023, según explica el Ministerio de Agricultura, entraron al país 31380 toneladas de miel, algo menos que en 2022, cuando llegaron 37645.
Sin embargo, esos números podrían superarse ampliamente este año, porque los datos de APAEX dicen que, durante el primer semestre de 2024 se introdujeron en el país 20.271 toneladas, 1.434 más que en ese mismo período en 2023, según APAEX. Los principales países proveedores fueron Portugal (5000 toneladas a 1,62 €/kg que, según explica la organización, provienen de China), China (4041 toneladas a un precio medio de 1,13 €/kg) y Ucrania (3349 toneladas a 1,86 €/kg).
Esta entrada constante de mieles procedentes de países ajenos a la Unión Europea es la principal reivindicación de los apicultores, que se encuentran impotentes frente a la competencia de países donde producir es mucho más barato y donde los controles de calidad son mucho más laxos. Así lo denunciaba recientemente uno de los dirigentes apícolas más importantes de Europa, Yvan Hennion, responsable de apicultura en la organización Copa-Cogeca, que agrupa a las principales entidades agrarias de la Unión.
Además, las organizaciones agrarias denuncian prácticas como la triangulación de la miel, que permite la entrada de mieles no europeas mezcladas con otras comunitarias. Y alzan también la voz contra la gran cantidad de miel que llega de Ucrania, lo que ha obligado a la Unión Europea a limitar las compras a este país.
Actualmente, el sector mira a Europa, que ha puesto en marcha los trabajos para crear una Plataforma de la Miel que ponga freno a estos problemas. Además, la Comisión Europea ha aprobado recientemente un nuevo etiquetado de la miel que deberá indicar la procedencia y las posibles mezclas que lleva este producto, siempre victima de los fraudes.
Con todo, la temporada apícola 2024 ha dejado algunas buenas noticias, aunque el sector apícola sigue presentando problemas notables.