
El consejero regional del Maule, Alamiro Garrido, presenta un análisis crítico sobre la administración de Gabriel Boric, marcada por escándalos de corrupción, un auge de la delincuencia y una economía que no despega. A más de dos años de su mandato, las promesas de transformación han quedado en el aire, mientras los problemas estructurales se agravan.
La economía chilena muestra señales mixtas. Aunque el Imacec creció un 2,5% en enero de 2025, el desempleo sigue en un 8% y la inflación aún golpea a los sectores más vulnerables. La inversión privada ha mostrado signos de recuperación, pero la confianza empresarial no se consolida debido a la incertidumbre política y regulatoria. Mientras tanto, el costo de vida sigue en ascenso, afectando a miles de familias que enfrentan dificultades para llegar a fin de mes.
La inseguridad ha alcanzado niveles alarmantes. Los homicidios han aumentado un 30% respecto a 2019, y delitos como portonazos, secuestros y balaceras se han vuelto cotidianos en diversas ciudades. La policía, sin recursos suficientes y con un respaldo político débil, se ve sobrepasada ante el avance del crimen organizado. A esto se suma el descontrol migratorio en el norte del país, que ha llevado al colapso de servicios públicos esenciales como salud y seguridad.
En el ámbito sanitario, las listas de espera continúan siendo un problema crítico, con miles de pacientes esperando meses o años por atención médica. Lejos de recibir una reforma estructural, el sistema de salud ha empeorado, con hospitales saturados y una gestión deficiente de los recursos. En educación, la falta de planificación ha dejado en evidencia la incapacidad del gobierno para implementar mejoras reales. Las promesas de equidad y calidad se han desvanecido, mientras la brecha entre la educación pública y privada sigue en aumento.
La corrupción ha golpeado fuertemente al Ejecutivo. El “caso Convenios” reveló el desvío de recursos públicos a fundaciones cercanas al oficialismo, evidenciando una falta total de transparencia. Más recientemente, el caso Sierra Bella expuso conversaciones entre la diputada Carol Cariola y la exalcaldesa de Santiago, Irací Hassler, donde se discutían presiones políticas para concretar la polémica compra de la clínica. Además, la polémica en torno al subsecretario Manuel Monsalve, acusado de falta de control en materias sensibles de seguridad, refleja la crisis interna del gobierno.
En el plano internacional, Chile ha perdido su posición de liderazgo en la región. La falta de políticas claras para atraer inversión extranjera y la inestabilidad política han generado desconfianza en los mercados globales. Mientras tanto, errores graves en gestión pública, como el apagón que dejó sin luz a más del 80% de la población, evidencian la improvisación y falta de previsión de la administración Boric.
El país enfrenta un retroceso evidente. La falta de liderazgo, la corrupción desbordada, la inseguridad creciente y el deterioro económico han marcado la gestión del presidente. Mientras el gobierno siga priorizando la ideología sobre la eficiencia, Chile continuará pagando las consecuencias de una administración que ha fallado en su promesa de cambio y desarrollo.